Una loción corporal ligera proporciona una hidratación esencial con una textura aérea y fluida que se siente casi imperceptible sobre la piel, ideal para uso diario en cualquier clima o bajo el maquillaje; esto se logra mediante formulaciones a base de agua con altos niveles de humectantes como la glicerina y el ácido hialurónico, con un contenido mínimo de aceite, utilizando frecuentemente siliconas ligeras como el ciclometicona para una aplicación sedosa, no grasa, que se absorbe instantáneamente, dejando la piel suave y lisa sin ninguna sensación de pesadez, y el producto se prueba para su extensibilidad, absorción y durabilidad bajo diversas condiciones, asegurando así que satisfaga las necesidades de una base global de consumidores que priorizan una sensación cómoda, imperceptible y la capacidad de superposición en sus productos de cuidado personal.